Todo aquel que, para ser gracioso, divertido, simpático o similar, se dijera bipolar para referirse a lo que no puede más que ser, en el mejor de los casos, una leve ciclotimia —o simple normalidad humana— recibirá azotes por meses, al grito de "Este te gusta, este te duele, este te gusta, este te duele…"
El microondas vendrá con ringtones, que podrán cambiarse, cual celular, de modo que uno pueda elegir qué sonidos reproduce, principalmente al terminar el ciclo de cocción seleeccionado, para terminar de una buena vez por todas con los tres pitidos.
Las versiones más sofisticadas permitirán conectarse a la red wi-fi hogareña, y desplegar mensajes pop-up en la computadora del morador, sin siquiera mediar sonido alguno.
Los colectivos del condado vendrán equipados con un sistema que consistirá en un botón, palanca o similar, que será activado al subir a la unidad cualquier persona con cualquier tipo de discapacidad motriz —o que sencillamente necesite realmente un asiento— y que generará automáticamente en los asientos designados para estas ocasiones un calor que comenzará en 20°C e irá incrementándose paultina y rápidamente hasta alcanzar los 253°C.- Al “ceder” el asiento, el sistema vuelve a cero automáticamente.
Se diseña e implementa un dispositivo y/o sistema mediante el cual se conectan los pedales de los colectivos comunales a los testículos o clítoris del chofer, de modo tal que toda vez que vehículo realizara una maniobra innecesariamente brusca, vulgarmente comocida como “cabeceo” (producto en general de accionar —o soltar— con extrema e innecesaria violencia el freno o acelerador) se entregará a las mencionadas partes una descarga no letal de 500 voltios.
Cualquier integrante de cualquier comunidad foránea que hablare otro idioma distinto al de la comarca será recibido con los brazos abiertos en la misma para realizar cualquier actividad lícita que le venga en gana, y se le invitará gentilmente, de modo tal que no podrá negarse, a aprender el idioma.
Se reintegra Zeus a sus funciones en el Ministerio del Rayo.
Su principal función será la de impartir dosis justas de rayos (letales o casi) a todo aquel parroquiano que, en días de lluvia, y portando un paraguas, caminara pegado a la pared, siempre que hubiere en las inmediaciones ciudadanos desprovistos del mencionado elemento.
Similar tratamiento recibirán quienes, portando el elemento, lo utilicen de manera despreocupada (o directamente estúpida) poniendo en riesgo la salud ocular del resto del condado.
Se crea un ciclo que va los sábados a la tarde, llamado “Sábados de superación”, en el que señoras y señores se junta con un anfitrión (a convenir) a relatar sus experiencias traumáticas, y cómo han logrado superarlas.
En el primer capítulo, “Cómo superé mi adicción a mandar invitaciones boludas en Facebook”.