Los trenes, subtes, colectivos y demases vienen provistos de un sistema que, de manera automática y muy (muy) segura, utilizan el metano escapado del ano de cualquier hijo de una gran puta (o pobre diablo) para inflamarlo a lo bonzo y dejarlo con graves quemaduras, sin por esto disturbar a ninguno de los demás pasajeros que, lejos de sufrir, estarán agradecidos y entretenidos con el especáculo.

4 comentarios:

Didí dijo...

esta propuesta me encanta!
deberia agregar una subclausula respecto a los "apoyadores"

puede usted desarrollarla mejor, pero tal vez podria incluir algun metodo de descarga de x cantidad de voltios cuando el desagraciado individuo, roza o se apoya contra alguna señorita (bah, extensible a la interaccion de todos los sexos)

tal vez deberia exigir una alarma cuadno se invade el espacio de otra persona...

no se. odio el transporte publico por esto.

Subjuntivo dijo...

No, yo creo que el asunto del apoye debe resolverlo a nivel personal. A más de uno/a le debe gustar...

Por otro lado...¿odiar al transporte público por esto? ¿Pero cada cuánto te apoyan?
O estás muy buena, o tenés mucha mala suerte... (o hay un flaco que te persigue, y se sube en tus viajes para apoyarte..!)

Didí dijo...

la mala suerte me persigue. arriba del cuero cabelludo tengo una nube gris. a veces llovizna. a veces llueve. algunas veces solo esta nublado por suerte.

Subjuntivo dijo...

Bueno, al menos no llega a alerta meteorológico...